El poeta riojano es la figura más importante y representativa del mester de clerecía. Este
término hace referencia a la literatura medieval que escribían los clérigos, y que destacaba por
emplear una característica estrofa, la cuaderna vía, compuesta por cuatro versos alejandrinos.
Utiliza la lengua romance (roman
paladino, es decir, castellano claro) para que el pueblo pueda entender el
mensaje que transmite: tiene un propósito didáctico-moralizador y Gonzalo
realiza varias funciones: es traductor-versificador y después lector (juglar) ante el
público.
Actualmente se han conservado 12 obras de Gonzalo de Berceo, escritas en cuaderna vía y
todas ellas centradas en temas religiosos, y las cuales se podrían dividir en cuatro grupos:
Vidas de santos: de carácter hagiográfico, tratan la vida de santo locales, y dentro de
las mismas encontramos “Vida de San Millán”, “Vida de Santo Domingo de Silos”,
“Poema de Santa Oria” y “El martirio de San Lorenzo”.
Obras sobre la Virgen María: en este caso, estas obras giran en torno a la figura de la
Virgen, y son “Milagros de Nuestra Señora” (su obra más importante), “Loores de
Nuestra Señora” y “Duelo de la Virgen”.
Himnos: que corresponden a las traducciones en castellano de “Veni Creator Spiritus”,
“Christe, qui lux es et dies” y “Ave maris stella”.
Obras doctrinales: donde estarían los poemas religiosos de carácter más doctrinal, “El
sacrificio de la misa” y “Los signos que aparecen antes del Juicio Final”.
Algunos de los versos de estas obras del poeta berceíno son recitados durante el acto de
entrega del premio del Certamen Literario Berceo lee a Gonzalo. De esta forma no solamente
se homenajea su figura, sino que también se mantiene el recuerdo de sus obras, que además
se dan a conocer a más gente.